Organizaciones civiles, ambientales y el Comité de Defensa del Agua se unen en Iquitos para protestar contra una concesión minera en la cuenca del río Nanay, vital para casi medio millón de personas. La Segunda Marcha por la Vida reúne a miles de manifestantes bajo el lema «Sin Nanay, la vida no existe».
En una ciudad conocida por su belleza natural y su ubicación en la provincia de Maynas, región de Loreto, Iquitos se convierte en el epicentro de una lucha por la preservación del río Nanay y la prevención de la contaminación minera. La concesión minera otorgada en agosto por el Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (Ingemmet) ha desencadenado una serie de protestas y preocupaciones entre los residentes locales y las organizaciones ambientales.
La presidenta del Comité de Gestión de Alto Nanay Pintuyacu Chambira, Marcelina Angulo, hizo un llamado al presidente regional para abordar esta preocupante situación. «El agua que cuidamos en el Alto Nanay es para la ciudad de Iquitos. Hago un llamado desde aquí al presidente regional a actuar frente a esta problemática», expresó Angulo durante la Segunda Marcha de la Vida.
José Manuyama, defensor ambiental líder de esta causa, se unió al llamado y solicitó al gobernador regional de Loreto tomar medidas efectivas para abordar la minería ilegal en la cuenca del Nanay. «Le pedimos que dé un paso más allá del pronunciamiento que hizo sobre la concesión, que imponga medidas legales efectivas y se pronuncie de forma contundente acerca de la minería ilegal en el Nanay», indicó.
La evidencia visual presentada por Sedaloreto, la empresa prestadora de servicios de agua potable en Iquitos, muestra un cambio preocupante en la calidad del agua del río Nanay. Los pobladores han notado que el color del agua se ha vuelto más turbio y que se están experimentando efectos adversos en la salud, especialmente entre los niños. Alicia Piña, de la comunidad de Mishana, señaló: «Los niños ahora tienen infecciones y enfermedades diarreicas».
Se teme que las comunidades en la parte baja del Nanay sean las más afectadas, ya que las aguas contaminadas de la parte alta del río fluyen hacia ellos. La contaminación se ha convertido en una realidad que preocupa a los residentes locales y a las autoridades de la región.
En un giro adicional, la Fiscalía ha iniciado una investigación sobre el presidente del Ingemmet, Henry John Luna Córdova, por su presunta participación en el otorgamiento de la concesión minera en la cuenca del Nanay. Alberto Caraza, exfiscal ambiental, presentó una denuncia contra Luna Córdova, quien será investigado en relación con el supuesto delito ambiental de otorgamiento ilegal de derechos en agravio del Estado. La investigación está en curso, y se espera que en los próximos 60 días se reciban las declaraciones de los denunciantes y la respuesta del presidente del Ingemmet.
Además de la investigación penal, Yusen Caraza ha presentado una denuncia administrativa ante la Contraloría General de la República contra Luna Córdova por supuestamente no cumplir con la normativa relacionada con la protección del río Nanay.
En respuesta a las acusaciones, el Ingemmet emitió un comunicado en el que se defiende y sostiene que una concesión minera no implica la realización inmediata de actividades mineras ni la ocupación de territorios ni derechos sobre otros recursos naturales ajenos a la minería. El comunicado también califica la información divulgada como «tendenciosa y sesgada». La controversia en torno a la concesión minera en la cuenca del río Nanay continúa generando debate y preocupación en la región de Loreto.