Cerro Verde, como una destacada empresa minera en el Perú, se ha comprometido a garantizar una producción de cobre responsable y sostenible. Esto se ve reflejado en su obtención de la distinguida Marca Cobre en 2020, convirtiéndose así en la primera empresa minera del país en recibir este prestigioso reconocimiento. Lorena Carrazco, coordinadora de Asuntos Corporativos de Cerro Verde, enfatizó la importancia de este logro durante una conferencia magistral organizada por el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú – Seccional Arequipa.
La Marca Cobre es un estándar reconocido a nivel internacional que demuestra las prácticas responsables en la producción de cobre y su contribución a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos por las Naciones Unidas. Este reconocimiento exige a las empresas productoras de cobre comprometerse con prácticas operativas responsables y está respaldado por 32 requisitos en áreas temáticas relacionadas con el medio ambiente, aspectos sociales y de gobernanza (ASG). Estos requisitos han sido agrupados y detallados en una Guía de Criterios elaborada por The Copper Mark y Responsible Minerals Initiative, que proporciona orientación sobre el cumplimiento de los estándares ASG, la evaluación del desempeño y los métodos de verificación.
Los requisitos de gobernanza corporativa instan a los productores de cobre a tomar medidas para garantizar el cumplimiento legal, fomentar la integridad empresarial, promover la participación de las partes interesadas y establecer relaciones comerciales sólidas. Por otro lado, los requisitos sociales se enfocan en los derechos laborales, los derechos humanos y la comunidad, y requieren que la empresa implemente políticas destinadas a mejorar los salarios, garantizar la salud y seguridad laboral, respetar los derechos humanos de los pueblos indígenas, proteger el patrimonio cultural, promover el desarrollo comunitario y fomentar la formalización minera, entre otros aspectos relevantes.
En cuanto a los requisitos ambientales, las empresas deben implementar sistemas de gestión que aborden las emisiones de gases de efecto invernadero, el consumo de energía, la gestión y conservación del agua dulce, el manejo de residuos, la gestión de relaves, la protección de la biodiversidad y las áreas protegidas, así como el cierre y recuperación de las minas.
Lorena Carrazco explicó que, una vez que se hayan aplicado estas políticas y sistemas de gestión en cada una de las 32 áreas temáticas ASG, se llevará a cabo la determinación del desempeño para evaluar el cumplimiento de cada área en su totalidad o parcialmente. Para respaldar este proceso, se utilizarán medios de verificación que consisten en documentos y descripciones de las prácticas responsables implementadas, así como la evaluación del emplazamiento de la empresa minera. Además, se contará con la participación de auditores externos para garantizar la transparencia del proceso de inspección.
Es importante destacar que la Marca Cobre es compatible con otros estándares reconocidos y certificados a nivel internacional, como IRMA, ICMM, ISO 14001, ISO 45001, TSM e IFC. Esto permite a las empresas productoras de cobre agilizar el proceso de obtención de este reconocimiento al utilizar sistemas de gestión basados en estos estándares reconocidos.
El compromiso de Cerro Verde con la producción responsable de cobre se mantiene en constante evolución. Como parte de esta evolución, se está trabajando en la Guía de Criterios 2023, que contendrá 33 áreas temáticas ASG, incluyendo temas nuevos como economía circular, acción climática y cadenas de suministro responsable. Se espera que esta guía sea publicada en octubre de este año, lo que demuestra el compromiso continuo de la empresa con la mejora y el cumplimiento de los estándares más rigurosos en el sector minero.
La obtención de la Marca Cobre y el cumplimiento de los requisitos ASG por parte de Cerro Verde destacan su posición como un líder en la producción de cobre responsable y sostenible. Su compromiso con prácticas operativas responsables y su contribución a los ODS demuestran su enfoque en el desarrollo sostenible y el bienestar de las comunidades en las regiones de Apurímac y Cusco.
