La aprobación de 10 proyectos mineros durante el mes de enero, anunciada por la Dirección General de Minería (DGM) del MINEM, marca un hito significativo en el panorama económico y laboral del país. Estos proyectos, con una inversión combinada de US$79 millones, abarcan actividades de exploración, explotación y concesión de beneficio, distribuidas en siete regiones estratégicas del Perú.
Dentro del espectro de exploración, destacan iniciativas como Quicay II en Pasco, propiedad de la Corporación Minera Centauro S.A.C, La Granja en Cajamarca, a cargo de Minera La Granja S.A.C, y Chimú en Ancash, liderado por Minera Chimú S.A.C. Estas inversiones prometen no solo descubrimientos significativos sino también el impulso de la actividad minera en zonas estratégicas del país.
En cuanto a la explotación, la autorización de la ampliación del Tajo Chalcobamba en Apurímac, como parte del proyecto Las Bambas, y la reconfiguración del Depósito de Material Estéril (DME) Choloque y Shahuindo en Cajamarca, reflejan la expansión y optimización de operaciones mineras existentes. Asimismo, la aprobación del sistema de bombeo desde el tajo hacia TSF del proyecto Cerro Corona en Cajamarca, liderado por Gold Fields La Cima S.A, promete mejoras significativas en los procesos de extracción y gestión de relaves.
La actividad de concesión de beneficio también experimenta avances con la autorización de operaciones como la planta de óxidos y sulfuros de Marcobre S.A.C en Ica, la ampliación de la planta de beneficio del proyecto Contonga en Ancash a cargo de Norcobre S.A.C, la construcción de la presa del depósito de relaves cortadera etapa 7 en Moquegua por Anglo American Quellaveco S.A., y la ampliación de capacidad de la planta de beneficio de la Compañía Minera Caraveli S.A.C en Arequipa.
Estas aprobaciones reflejan el compromiso del MINEM, bajo la dirección del ministro Rómulo Mucho Mamani, con el impulso económico y el desarrollo sostenible a través de la actividad minera. Se espera que estos proyectos no solo generen inversiones directas en el sector sino que también contribuyan al crecimiento económico regional y nacional, promoviendo la generación de empleo y el desarrollo de cadenas productivas relacionadas con la minería. La supervisión y gestión responsable de estas iniciativas son fundamentales para garantizar un equilibrio entre el desarrollo económico y la preservación ambiental, así como el respeto a los derechos de las comunidades locales.
