Panamá se Prepara para un Crucial Referéndum sobre la Mina Cobre Panamá
Panamá está en vilo mientras se prepara para un referéndum crucial en diciembre que decidirá el futuro de la mina de cobre Cobre Panamá, operada por First Quantum Minerals de Canadá. Esta medida llega en medio de disturbios masivos y la suspensión de nuevos proyectos mineros, mientras el gobierno busca calmar las tensiones generadas por un acuerdo que ha desatado protestas en el país centroamericano.
El complejo minero de Cobre Panamá juega un papel significativo en la economía panameña, contribuyendo con el 3,5% del Producto Interno Bruto (PIB) del país, según datos del gobierno. Actualmente, el complejo abarca dos minas a cielo abierto, una planta de procesamiento, dos centrales eléctricas de 150MW y un puerto.
Tras intensas negociaciones que se extendieron durante 10 meses, el Congreso panameño aprobó el 20 de octubre un contrato operativo revisado para la mina de cobre insignia de First Quantum. Esta decisión, que pone fin a años de incertidumbre legal y otorga a la empresa derechos para operar durante las próximas dos décadas, se convirtió en ley la semana pasada.
Las tensiones alcanzaron su punto máximo con manifestaciones masivas en la Ciudad de Panamá, algunas de las cuales han reunido a más de 50,000 personas, siendo la última de ellas con la participación de 20,000 ciudadanos. Los organizadores han instado a la población a «salir de las redes sociales» y unirse físicamente a estos eventos como muestra de descontento.
En respuesta a las crecientes protestas y en un esfuerzo por buscar una solución democrática a la controversia, el presidente Laurentino Cortizo anunció que el país celebrará un referéndum el 17 de diciembre para que los ciudadanos decidan si revocar o no el controvertido contrato minero. Además, el jefe de estado firmó un decreto que prohíbe toda nueva minería metálica y anunció la imposición de restricciones adicionales a aquellos que buscan actualmente permisos para proyectos mineros.
Este referéndum marcará un punto crucial en la historia de Panamá y determinará el camino a seguir en lo que respecta a la explotación de recursos naturales y su impacto en la economía y el medio ambiente del país. La decisión final recae ahora en manos de los ciudadanos panameños, quienes tendrán la responsabilidad de definir el rumbo de la industria minera en su nación.
